domingo, 24 de agosto de 2014

INTRODUCCIÓN: Ingeniería Ambiental y Suelos

La ingeniería pretende aplicar los saberes adoptados de las ciencias de estudio para hacer intervenciones inteligentes y elaborar planes de acción asertivos y con resultados positivos que beneficien las condiciones de vida en la Tierra; en el caso de los suelos se sabe que son esenciales para el mantenimiento de la biósfera (la parte de la Tierra donde existe vida), así como para la regulación del clima. Realizan importantes funciones como sustento de las producciones agrícolas y ganaderas o almacenamiento de carbono. Hay diferentes tipos de suelo, pero, en general, están compuestos en más de un 90% de materia mineral, mientras que el resto es materia orgánica, siendo la mayoría de ésta hongos, algas, bacterias y actinobacterias, que realizan importantes funciones como renovar la reserva de nutrientes del suelo, es decir, conservar su fertilidad.[1]
Es importante estudiar los suelos en el campo ingenieril para tener precauciones a la hora de intervenirlos directamente o mendiente alguna actividad que los comprometa, ya que si  los suelos se degradan, se degrada el medio ambiente desde su misma base, es decir, que es algo que afectará a todo el medio ambiente tarde o temprano. La degradación del suelo se produce, sobre todo, por la actividad humana. Desde la deposición de contaminantes atmosféricos, vertidos incontrolados o derrames por accidentes de hidrocarburos y otras sustancias contaminantes, hasta el almacenamiento inadecuado de productos industriales, el vertido de residuos urbanos o el uso de fertilizantes, pesticidas y herbicidas químicos, todo ello daña el suelo con nefastas consecuencias a largo plazo. Además, el aumento de la agricultura extensiva y la sobre expansión urbana hacen que se pierdan los suelos originales. Así mismo, el proceso (natural o no) de desertificación tiene como consecuencia la pérdida definitiva de suelos productivos.
Se deben caracterizar los suelos para diferenciar las características que deben tener cada uno de acuerdo a la actividad que pretenda desarrollarse sobre él.
Por último, se puede señalar que uno de los mayores beneficios de los suelos es la cantidad de dióxido de carbono que retienen. Si el CO2 y otros gases del suelo se emitieran a la atmósfera, el cambio climático se aceleraría tan rápido que, probablemente, destruiría a la actual civilización. Así pues, no conservar los suelos en buen estado puede llevar a problemas económicos y sociales, como generación de conflictos por el agua, pobreza, disminución de recursos esenciales, baja producción agrícola, hambre, marginación o emigración obligada.
En la medida que se estudia el suelo es posible además pensarse soluciones o estrategias de mitigación de daños que afectan los suelos, la remediación es pues, una tarea crucial de la ingeniería y el primer paso en el camino de ejercer la profesión es fundamental la experimentación y teoría aplicada.






[1] http://medioambientales.com/la-importancia-de-los-suelos/#ixzz2wi696m9V

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